Prólogo

Las personas en condición de discapacidad y personas de tercera edad que podrían recorrer amablemente la ciudad como lo es parte, los centros comerciales, aeropuertos, clínicas, centros médicos, restaurantes, lugares de trabajo, baños, hogares, sitios culturales y de recereación, entre otros no tienen una experiencia grata. Los desplazamientos y la atención de sus necesidades básicas y mínimas hacen díficil su diario vivir y dificultan su desenvolvimiento como ciudadanos activos. Son personas que ven limitadas las oportunidades de disfrutar espacios amables y accesibles.

La accesibilidad, entendida como la condición que permite en cualquier espacio, interior o exterior, el fácil despalzamiento de la población en general, y su uso en forma segura, confiable y eficiente es una solución incluyente y amable, que incorpora al mercado y a la vida de la ciudad a las personas en condición de discapacidad y tercera edad con sus familiares.

Propongo que trabajemos conjuntamente, no solo por encontrarme en silla de ruedas, sino porque me he dedicado a conocer, entender y proponer soluciones a la falta de accesibilidad desde mi propia vivencia. En ese proceso he entendido que la situación de discapacidad puede llegarle directa o indirectamente a todos los ciudadanos y a las acciones que apunten a crear espacios amables, funcionales e incluyentes que nos beneficiaría a todos.


Sonia Verswyvel